Guillermina estaba con su mamá la noche que agarraron a su papá.
El día anterior, su mamá y ella estaban atemorizadas porque estaban llevando a varias personas. Su mamá le dijo a su papá, “Por qué no te vas?” Y su papa les respondió, “El que no debe no teme.”
Llegó un carro a su casa, y preguntaron por su tío Augusto. Fueron a la casa de su tío y cuando volvieron, preguntaron por su papá. Le pidieron que los acompañara porque necesitaban hacer una diligencia con él. Se fue con ellos en el carro y no volvió. Su mamá tuvo entrevistas con varios ministros pero con ningún buen resultado. Ahora quieren dar con los restos de su papá a través de la Fundación de Antropología Forense.